2/7/09

ACERCA DE LA IMPORTANCIA DE LA BUENA ACCIÓN; VICENÇ FERRER in memoriam

Por mucho y bien que se haya escrito acerca de Vicenç Ferrer siento la necesidad de dedicarle un espacio en este blog. Si existe/existió una persona que encarna el espíritu de la amabilidad es él.

Nunca llegué a conocerlo personalmente. Aunque era uno de mis proyectos. Quería volver a India, quería colaborar con la Fundación, quería conocerle en persona. Nunca me tomé el mínimo de dos meses que la Fundación te exige para colaborar en alguno de sus proyectos en la India. Concluyo una vez más: si quieres hacer algo, hazlo y hazlo ya.

Con otras, mejores, palabras lo decía Vicenç Ferrer. Toda su ingente obra se basa en creer en la acción. La acción útil, la buena acción. Dentro del universo de humanidad que fue y que creó, esa era una de sus ideas centrales.


Cito estas palabras suyas, porque me parecen muy especiales. Por su inmensa fe en el ser humano. Por dotar a toda persona de este planeta de dignidad. Todos y cada uno de nosotros podemos hacer alguna acción buena por minúscula que sea. Por darle importancia a lo pequeño. Por darle significado a la vida. Por hacernos ver que tenemos una elección. Por mostrar un camino con sentido. Por ...

Multitudes le están agradecidos por haberles dado, en definitiva, la vida y una vida digna y tantas otras cosas. Yo le agradezco haber pasado a la acción para demostrar que estas, sus palabras son ciertas. Ser un ejemplo de lo grandiosa que puede ser una vida humana. Por recordarme que hay que intentar no desperdiciarla.

Necesitamos modelos a seguir. Maestros. No está de moda ni la palabra ni el concepto. No me importa. Vicenç Ferrer es y ha sido un gran maestro. No ha predicado con palabras (que también) sino con su obra y su vida. Lo más valioso de todo, es que es simple e ingeniosa. Tanto que cada uno de nosotros la podemos aplicar en nuestro quehacer diario.

Necesitamos una estrategia para vivir la vida, día tras día. Aunque sea una sola buena acción la que hayamos hecho, esto ya dota de sentido a nuestra vida. No es poco. No es poco, cuando la vida a veces nos parece tan dura y cuesta vivirla. No es poco, cuando lúcidamente percibimos este mundo como injusto y nos pesa.

La acción da resultados. Y estos resultados convencen. E inducen a realizar más acciones. Y los seres humanos se unen en la acción. Y de esta unión derivan más acciones. Y más contacto ... La buena acción que es esencialmente un acto de amor hacia uno mismo y los demás, contiene todo el magnífico potencial positivo del ser humano. La capacidad de transmutar el horror en creación, acción.

Vicenç Ferrer fue un gigante de la humanidad. (No es el único, pero su obra es tan tangible, tan elocuente, ...) Creo, con toda humildad, que la mejor manera de agradecerle su lucha y su entrega, es la acción.

En todo lo que hizo Vicenç Ferrer está el respeto hacia aquellos que están desposeídos de toda dignidad, por casta, genero, pobreza, enfermedad, ... Su obra es de sobras conocida. Aprendamos de él que nada ni nadie carece de importancia.

Como la mayoría de los mortales me pierdo a menudo en los berenjenales que me monto o me monta la vida. Me ayuda recordar a Vicenç Ferrer y conectar con aquello que realmente sirve: la buena acción.

Puede ser tan simple como regar las plantas de la terraza que se están tostando al sol e interrumpir el curso de unas cavilaciones que no llevan a ningún lugar saludable. Mis plantas bien regadas en cambio aportarán un poco de oxígeno al medio contaminado en el que vivo y me producirá alegría verlas y con ello habré contribuido a aumentar un poco la masa crítica de oxígeno y de alegría. Es menos que nada.



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