26/8/09

Arte amable: Bach y Chagall; Chagall y Bach


La relación de todo ser humano con una obra de arte es muy personal. Y además emocional.

También creo cierto que todo viaje deposita imágenes unidas a emociones difíciles de borrar.

Recién llegada a casa (sin síndrome posvacacional, contenta con la excursión estival y también con la vuelta a mi pequeño mundo) quisiera rápidamente compartir dos experiencias muy especiales. Las vidrieras de Chagall del "Frauenmünster" (la catedral de las mujeres) de Zürich .Y, en orden cronológico, un concierto de órgano, (en el repertorio, por supuesto, Bach), en el Münster (catedral) de Ulm. Inolvidables. Por supuesto: el viaje ha sido mucho más. Zürich actualmente es una ciudad generosa en todo. Ulm, su catedral, su torre, su órgano, la ciudad, su gente, la Donau (Danubio) y alrededores ..., Tanto, no caben en este pequeño texto. Los paisajes. Los bosques. Los árboles, algunos muy en especial. Los momentos vividos.

Imposible reproducir Bach tocado por el organista Leprey en el órgano del Münster de Ulm. Cada uno de los elemento un milagro por si solo. Tampoco los colores, el juego de luces, ... de las vidrieras de Chagall en el Frauenmünster.

Solo una pequeña imagen. Como muestra. Los azules son más azules y el amarillo, casi dorado, ... Ojalá sugiera aquello que me gustaría compartir. Bach y Chagall, Chagall y Bach: el mundo como debería ser. No solo ARTE, en mayúsculas. Por desgracia no se definirlo, pero por suerte si disfrutarlo. No solo es ARTE, sino ARTE en el que la palabra "creación" adquiere, en mi modesta vivencia, todo su sentido.

"El mundo como debería de ser". Ambos, en su perfección, en su armonía, en su estructura, ... generan, también, una fuerte emoción. De consuelo. Reconfortan. Reconcilian. Maravillan. Son, no solo, pero también pura generosidad, pura amabilidad.

Unir Bach a Chagall y Chagall a Bach, el Frauenmünster de Zürich al Münster de Ulm, nace de una experiencia muy personal. De un viaje. Y no pretende ser nada más que esto.