15/3/09

¡No más violencia en nuestras vidas!


Estremece el aumento de violencia de los jóvenes, a nuestro alrededor, en nuestra pequeña ciudad, para nada un lugar socialmente conflictivo.

En una misma noche me entero de que a la hija de un amiga mía la ha agredido una joven en un lugar público a plena luz de día y estando acompañada. A otra amiga, esta ya más mayorcita  (de mi edad) la ha atracado un chaval joven causándole leves lesiones físicas. 

Otros jóvenes me han hablado y hablan de su miedo de ser agredidos, y no solo por la noche ni estando solos. Conocen a los elementos peligrosos y se alejan de ellos siempre que pueden. Se supone que los Mossos y la Policía también los conocen.

En general, las víctimas de las agresiones o sus padres/madres deciden no denunciar el caso. Por dos razones: el miedo a las represalias y en segundo lugar el hecho de que la denuncia solo servirá para que la estadísticas sean más fiables.

Otra amiga, profesora de Instituto en una localidad de alta conflictividad social (inmigración, paro) me hablaba recientemente de la impotencia, de la rabia, de la desesperación de muchos de sus alumnos. De como pasan de expresar ira con gran violencia verbal a un llanto, más propio de su edad, cuando se encuentran ante una persona empática y que ha sabido mantener tanto su autoridad moral como su humanidad en un entorno tan hostil (esto último no forma parte de su relato, lo añado yo). 

Tanta impotencia, tanta rabia explota finalmente en violencia verbal y finalmente física contra seres inocentes que a su vez, al ser agredidos sienten impotencia, miedo, perplejidad. Los agresores no actúan solos,  se organizan en bandas en las que se sienten seguros y pueden crear identidades en una sociedad que les niega justamente esto, ser alguien. - Hasta aquí la teoría (algo casera, lo siento no soy experta en el tema).

La practica. También tengo una hija, a la que se que no puedo proteger y cuya manera libre de ir por la vida no quiero llenar de miedo. Yo misma salgo y entro de mi casa a cualquier hora "sin protección masculina", ¡faltaría más!  Tengo asumido que por estadística tarde o temprano me tocará. 

¿Cómo protegernos ante una violencia que ha generado nuestra sociedad pero de la que la mayoría de nosotros no somos directamente responsables para nada? ¿Que hacer con la sensación de indefensión, desprotección, inseguridad? ¿A dónde acudir tras la agresión?

Mal nos pese ¿deberíamos de pedir más presencia policial en la calle? ¿mayor vigilancia de los colectivos violentos que ellos tienen identificados? Es triste, pero cuando saco a la perra tarde por la noche sigo la ruta del 061 y de los Mossos.

El tema de la violencia juvenil, de la bandas,  es muy complejo y como todo, la solución está en la raíz del problema. Pero cuando afecta a los tuyos la cosa es sencilla, no quieres que ocurra.

Más vale prevenir que curar. Pedir mayor presencia policial sería una opción. Difundir información de los lugares más peligrosos, de los individuos y sus zonas, otra. luchar para que de una vez por todas haya menos violencia en los medios, en las películas, ... Seguro que se puede hacer más, que hay gente mas experta que yo, con mejores ideas y conocimientos.

A todo el mundo le falta tiempo, pero quizás valga la pena dedicar uno momentos para pensar como podemos contribuir para conseguir algo que creo todo/as deseamos para todo/as:


VIOLENCIA CERO


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Rita, me encanta la propuesta de tu blog: a favor de la amabilidad, toda una declaración de principios.

Respecto de los hechos que expones en este artículo, la solución teórica y a largo plazo que se me ocurre es la de siempre: educación. Mejorando la base, tendremos garantizado un futuro mejor. Creo que eso ya está inventado, no hay que darle más vueltas. Lo que hay que hacer es dedicar ganas, tiempo y recursos a ello. Y no hay que sentarse a esperar que lo haga "la sociedad" por nosotros, es una tarea tan grande que hace falta la aportación de todas y cada una de las personas. Cada día tenemos la posibilidad de educar. No debemos dejar pasar la ocasión.

Pero supongo que hacen falta también medidas a corto plazo.

Si la violencia está en tu barrio, y tienes posibilidades de cambiar de barrio, hazlo. El aislamiento de los violentos también es un buen camino. Que se destruyan entre sí.

Ayudarles desde dentro también es una opción, pero esta ya es para profesionales: asistentes sociales, por ejemplo.

La vigilancia policial puede ser positiva, pero su papel no suele ser reformador y constructivo sino punitivo y represivo y, a veces, eso genera más violencia aún, como cumpliendo con la ley de acción y reacción.

Y si uno mismo sufre una agresión creo que tiene que ser positivo usar los medios que la sociedad pone a tu alcance para denunciarlo. Se puede denunciar ante las autoridades policiales, ante los medios de comunicación, ante las asociaciones o agrupaciones del barrio, ante asociaciones anti-violencia a nivel provincial, comarcal o nacional, etc.

O también se puede abrir un blog y hablar de ello, o pasarse por aquí y dejar un comentario. Es bueno dar a conocer lo que ocurre, porque los demás podremos arrimar el hombro para solucionarlo.

Saludos,
Antonio